El sábado 8 nos dejó un hombre bueno

El sábado 8 nos dejó un hombre bueno

El pasado sábado 8 de julio nos dejó a Frederic Bayer Ros a la edad de 88 años. La ceremonia de despedida se ha celebrado este lunes 10 de julio en el Tanatorio Les Corts. El oratorio grande del tanatorio se ha quedado pequeño para acompañar a la familia de Frederic en este momento de despedida. La celebración de la Eucaristía y las palabras dirigidas por parte del Escolapio que ha presidido la celebración, de los compañeros y amigos Pilar Malla y Joan Majó y de los nietos de Frederic, han recogido los sentimientos de los presentes y han hecho un buen panegírico de la su vida.

Nos ha dejado uno de los fundadores del CECAS. Un hombre de cultura, emprendedor, un hombre de valores y familia, competente, eficiente, sencillo y trabajador. Un hombre militante, implicado en la sociedad y con la Iglesia.

Desde la Fundación queremos dar gracias a Dios por todo lo que Frederic ha dado al CECAS, por ser uno de los impulsores de un proyecto apasionante. Que sigamos con la misma ilusión que él vivió su etapa en el CECAS. Tengamos un recuerdo agradecido por él y por su familia en estos momentos. Descanse en paz.

Frederic Bayer Ros (1935-2023). Químico  y empresario, con vocación social y firme convicción por la lucha en la conservación de la Sociedad del Bienestar, fue uno de los miembros fundadores de la Fundación Bofill (1985), de la que formó parte del primer patronato y posteriores, también vinculado en la Fundación Familia y Bienestar Social (1987), llegó al CECAS en 1995 como Administrador. Si tuviéramos que definir lo que ha supuesto Frederic Bayer para nuestra entidad y las personas que colaboran y trabajan en ella, es la estabilidad y la tranquilidad de saber que detrás de la Fundación había un hombre conocedor y experimentado en la gestión de fundaciones de marcado carácter social. Desde, hasta cuando le despedimos en las Jornadas de 2019, transmitió la seguridad de aquel hombre que sabe que lo más importante es la continuidad de la atención a las personas usuarias y por tanto el dar un marco de estabilidad a la gente de la atención directa, evitando las preocupaciones que les pudieran perturbar. Ante los problemas, veía posibilidades donde otros no las veían y hacía fácil lo realmente complicado. Su serenidad teñida de arrebato le hacía ser pragmático y efectivo en la gestión y los proyectos de la entidad. Era serio en su trabajo, pero conocía a mucha gente y mucha gente le conocía.

Era culé culé, y le gustaba el arte. Su esposa Maria Dolors (pintora) y su hermana Delfina, han estado durante mucho tiempo voluntarias del CECAS.

Equipo CECAS


Muchos recordaremos siempre a Frederic Bayer como una persona competente, sencilla, trabajadora, eficiente,… Una persona que siempre transmitía paz. Yo tuve la suerte de colaborar con él bastante tiempo, primero en Cáritas cuando él era miembro del Consejo, siendo la persona de confianza del Cardenal Jubany y del P. Ventosa y después en el CECAS (Centro Catalán de Solidaridad). ¡Cuántas veces me he preguntado qué habría estado en el CECAS sin él! Sólo sé que Frederic contribuyó a darle tal impulso que por eso pudo ir adelante. Hay que valorar, y mucho, lo que representa implicarse con entusiasmo en un proyecto social, teniendo siempre las cuentas claras porque velaba en todo momento por la economía del proyecto. Soy testigo de la tarea que hizo Frederic como aquél que no hace nada. Era una persona tan sencilla, tan influyente que facilitó siempre la colaboración con otras personas, los buenos profesionales que hoy llevan la Fundación adelante.

Por todo esto, quiero dar las gracias a Frederic en nombre de todos aquellos que a lo largo de los años se han beneficiado de su trabajo y también tengo que darle las gracias por el regalo que nos ha hecho a todos los que trabajamos con él. Siempre lo tendremos cerca.

Pilar Malla Escofet

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